Esta vivienda unifamiliar de doble altura parte de la concepción inicial de construir un prisma blanco sostenido por dos muros longitudinales de piedra, los cuales cumplen una doble función: en primer lugar, ocultar la entrada de vehículos y el área de tendedero, evitando así su visibilidad desde el jardín; en segundo lugar, proporcionar soporte a la planta superior de la vivienda, junto con un tercer volumen en planta baja. Este último, revestido con el mismo material pétreo, alberga la cocina y destaca por un impresionante ventanal cuadrado que dirige las vistas hacia la zona de la piscina.
Este juego de volúmenes no solo crea una sensación de ingravidez, sino que también define los espacios de porche de la residencia. Finalmente, la elección de piedra para los cuerpos inferiores añade un contrapunto rústico y hogareño al diseño de la vivienda, en contraste con los paños blancos de mortero que revisten el resto de la estructura.
Tipología: residencial privado
Localización: Ciudad Real
Cliente: particular
Estado: construido
Fecha: 2021
EQUIPO
Arquitecto/os ppal.: Jaime Sanz Payá y Jorge Montoro Rodriguez
Arquitecto técnico: Eduardo Barchino Cruz
Ingeniero: Manuel Benegas Muriel
Infografista: Juan Carlos Macías
Imágenes
